fbpx
RSA

RSA: la clave del rendimiento en deportes colectivos

Autor: Alberto Bello (redactor BCP Academy)

 

Algunos deportes colectivos como son el fútbol, baloncesto, balonmano, hockey… requieren desde el punto de vista físico que sus jugadores estén capacitados para realizar un número elevado de sprints a lo largo de un partido, con un tiempo de recuperación entre los mismos. En ocasiones, este tiempo de descanso permite una recuperación completa de los deportistas lo que no afecta a su rendimiento, pero generalmente, y a medida que los partidos son más intensos, este tiempo se reduce, provocando que la recuperación sea insuficiente y por lo tanto disminuya el rendimiento en los sprints sucesivos (1).

El término RSA (Repeated Sprint Hability) hace referencia a la capacidad de repetir sprints de forma continuada con un tiempo de recuperación reducido entre cada uno de ellos. Como particularidad, estos esfuerzos deben de tener una duración máxima de 10 segundos (2). De esta forma, la semejanza a las acciones desarrolladas en deportes colectivos será más precisa.

Durante estos sprints la mayor parte de la energía se obtiene de nuestro metabolismo anaeróbico a través de la degradación del glucógeno muscular y de la ruptura de la fosfocreatina pero, a medida que la prueba aumenta su duración, disminuirá la resíntesis de ATP y cobrará más importancia el metabolismo aeróbico, produciendo al mismo tiempo una disminución del rendimiento en nuestros sprints y por tanto reduciendo la velocidad (3).

Valoración (Test)

Para determinar nuestro estado de forma en esta faceta existen una gran variedad de pruebas que se pueden realizar para comprobarlo. Todas tienen características comunes como son la duración de los sprints que varía entre los 2,5 y 10”, siendo los 4-6’’ lo más común en deportes de equipo. En cuanto al número de sprints hay una amplia ventana según la profundidad de la prueba que queramos realizar, pero generalmente se realizan 6-7 sprints dejando entre medias siempre una recuperación que ronda los 30’’. Por último, a pesar de que a lo largo del artículo hemos hablado de sprints, y por lo tanto podemos hacerlo tanto en un tapiz como en nuestro terreno de juego, se puede adaptar a deportes como el ciclismo realizándolo en un cicloergómetro de laboratorio. Estas últimas pruebas de laboratorio son igualmente válidas aunque la correlación no es alta.

A partir de los tiempos obtenidos podremos valorar las siguientes variables: velocidad máxima del deportista, tiempo total en realizar los sprints y, el más importante de todos, índice de fatiga, que equivaldrá a la diferencia de tiempo entre el más rápido y el más lento, concretando de esta forma la capacidad que tiene nuestro deportista para resistir este tipo de esfuerzos (Tabla 1).

 

 Tabla 1

Test de Bangsbo

Un ejemplo de este tipo de pruebas es el ‘’Test de Bangsbo’’, muy utilizado en deportes de equipo como el fútbol (Imagen 1). Esta prueba consiste en la realización de 7 sprints de 34,2 metros separados por un descanso de 25’’ que, en este caso, se pasa corriendo 50 metros a ritmo muy suave. La particularidad de este test es que los sprints no se realizan en línea recta sino que Bangsbo en 1994 decidió añadirle un giro con el objetivo de simular los cambios de dirección que se realizan durante los partidos.

Imagen 1

Un ejemplo de los resultados del deportista puede ser el siguiente (Tabla 2):

Tabla 2

A la vista de estos resultados podemos ver como el sprint más rápido fue el primero, realizado en 6,73 segundos, el tiempo total invertido fueron 42,77 segundos y el sprint más lento fue el último por lo que el índice de fatiga (diferencia entre el más rápido y el más lento) fue del 13% lo que nos indica que la capacidad para repetir sprints de este deportista es buena.

Referencias

1. Jiménez, J. M. H., Ríos, I. J. C., Casas, J. Á. R., & Ríos, L. J. C. (2009). Estudio comparativo de la capacidad de realizar sprints repetidos entre jugadores de balonmano y baloncesto amateurs y profesionales. Apunts. Medicina de l’Esport, 44(164), 163-173.

2. Bishop, D., Girard, O., & Mendez-Villanueva, A. (2011). Repeated-sprint ability—Part II. Sports Medicine, 41(9), 741-756.

3. Gaitanos, G. C., Williams, C., Boobis, L. H., & Brooks, S. (1993). Human muscle metabolism during intermittent maximal exercise. Journal of applied physiology, 75(2), 712-719.

The following two tabs change content below.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar